¿Cuál es su causa?

Las luxaciones de hombro generalmente se producen por traumatismos de alta energía. Más del 80% de las luxaciones son anteriores (es decir, el hombro se sale hacia delante). El mecanismo lesional consiste en la abducción y rotación externa del brazo, que quiere decir abrir el brazo y girar hacia externo el hombro.

Cuando el hombro se luxa, generalmente ocurren dos tipos de lesiones; el primer tipo es en pacientes jóvenes, en que se rompe un cartílago que se llama labrum, que es parte de la escápula, lo que se llama lesión de “bankart” y ocasionalmente puede haber un “abollón” del hueso húmero, lesión llamada hill sachs.

El segundo tipo ocurre en pacientes mayores, en que, generalmente al luxarse el hombro, se rompen los tendones del mango rotador, que son los estabilizadores dinámicos.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas relacionados con la inestabilidad son el dolor en la articulación afectada, sensación de inestabilidad al realizar movimientos en donde la articulación esté exigida, como en situaciones de lanzamiento o de elevación del brazo con rotación externa. Muchos pacientes pueden presentar episodios de luxación que se pueden reducir ellos mismos, dependiendo del tiempo desde el traumatismo inicial. Junto con esto, puede haber dificultad para levantar el brazo sobre el hombro en caso de lesiones asociadas como rotura del mango rotador.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento en el primer tipo consiste en la reparación anatómica, a través de una cirugía artroscópica de reinserción del labrum mediante “anclas” y en el caso de que haya una lesión de hill sachs puede ser acompañado de un procedimiento adicional que se llama reemplisage.

En algunos casos, de acuerdo a una escala que se llama “score de isis”, que considera la edad de los pacientes y el tipo de deporte que realizan, además de algunas características de la lesión como el compromiso del hueso de la escápula o un hill sachs enganchante, se realiza una reparación no anatómica mediante la técnica de latarjet, en que se moviliza un hueso y tendones de una parte del hombro a otra, de modo de, realizar una modificación estructural que aumenta la estabilidad del hombro.

En el segundo tipo, el tratamiento consiste en reparar los tendones del mango rotador, también mediante cirugía artroscópica y reanclaje al hueso húmero. Ocasionalmente, las roturas de tendones del mango rotador son irreparables y en ese caso hay que hacer otros tipos de cirugías que comprenden prótesis o balones espaciadores, entre otras.

La cirugía de hombro es compleja y requiere un alto nivel de especialización. Hay muchos subtipos de lesiones, incluso algunas que no requieren cirugía y otras que requieren cirugías muy complejas, por lo que es fundamental que a la hora se consulta por patología de hombro consulte con un especialista en esta articulación.

El proceso de rehabilitación después de estas cirugías tiene muchos detalles y es un proceso largo que puede durar de 3 a 6 meses. Es fundamental que el equipo o el profesional de rehabilitación que apoye al paciente durante su proceso de recuperación, esté familiarizado con las técnicas quirúrgicas y tenga un contacto fluido con el traumatólogo especialista en hombro que realizó la intervención.

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