¿Qué son los meniscos discoides?
Los meniscos son 2 estructuras de fibrocartílago (cartílago más blando con propiedades viscoelásticas) que se encuentran alojados en la rodilla. Existe un menisco lateral o externo y uno medial o interno.
Se ubican entre la tibia (hueso de la pierna) y el fémur (hueso del muslo). Los meniscos son bastante importantes y tienen como función amortiguar la articulación de la rodilla, disminuyendo las cargas de peso que se trasmiten desde el fémur hasta la tibia, aumentando la vida útil de la articulación de la rodilla, al disminuir el desgaste de sus otros cartílagos. Además, los meniscos tienen un rol en la estabilización de la rodilla, junto con los ligamentos y los estabilizadores dinámicos (músculos y tendones).
¿Cuál es su causa?
Existe un tipo de meniscos, que se llaman meniscos discoideos. Estos son una variante anatómica (quiere decir que no son patológicos, sino un tipo normal de meniscos, pero menos frecuentes). Se encuentran presentes en el 5% de la población
Generalmente, el menisco discoideo es el menisco externo, aunque rara vez puede ser el menisco interno.
Un menisco discoideo quiere decir que en vez de tener la típica forma de “c” o semiluna que tiene un menisco, el menisco discoideo es como un gajo de naranja, es decir, el espacio de la “c” está relleno de tejido meniscal.
El hecho de tener un menisco discoideo no es sinónimo de patología ni mucho menos de cirugía. La mayoría de los pacientes que lo padecen, están asintomáticos y no se enterarán nunca de esta condición a menos que se realicen una resonancia magnética de rodilla por otra causa.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los meniscos discoideos cuando no presentan alguna rotura, generalmente no dan síntomas. Sin embargo, cuando se rompen, generan la misma sintomatología que un menisco roto, con dolor en la región medial o lateral, dependiendo de donde sea la rotura, aumento de volumen, pueden presentar bloqueos articulares y dolor a los movimientos de rotación de la rodilla. Siempre se deben descartar otras patologías asociadas como en casos de lesiones traumáticas, lesiones de algún ligamento. Es importante cuando se sospeche una lesión meniscal se realiza un estudio clínico con el traumatólogo correspondiente y un posible estudio con resonancia magnética. Las radiografías tienen poca utilidad para realizar estudios de menisco, pero tienen importancia al momento de estudiar el eje de la extremidad.
¿Cuál es su tratamiento?
Cuando a un paciente se le rompe un menisco discoideo, sí requerirá tratamiento, siendo bastante similar al tratamiento que se realizaría con una rotura de un menisco no discoideo. Es decir, en aquellos pacientes que no tienen síntomas mecánicos, se tratan con rehabilitación kinesiológica. Por otro lado, los que tienen roturas con bloqueo, meniscos inestables o roturas en la periferia del menisco, requerirán de una cirugía artroscópica.
En la cirugía artroscópica, se remueve la parte rota del menisco, tallándolo y dejándolo como un menisco no discoideo. En caso de tener roturas en la periferia del menisco (zona roja que es la más importante para amortiguar), se suturan. Lo mismo si está comprometida la estabilidad del menisco.
Después de la cirugía de meniscos, es fundamental una buena rehabilitación. En los casos en que se practica la meniscectomía parcial, los pacientes pueden cargar su extremidad de inmediato, mientras que, si se realizan suturas, se puede postergar la carga de la extremidad hasta por 6 semanas. En todo caso, este protocolo depende de si hay o no otras lesiones asociadas y de lo que estime el cirujano tratante.
Hay que considerar que la recuperación de la cirugía de meniscos discoideos suele durar el doble que la de los meniscos no discoideos, esto está determinado porque al remover el tejido meniscal “sobrante” se producen cambios biomecánicos en la articulación.
La cirugía de meniscos ha evolucionado bastante en los últimos años, hoy en día el concepto de “salvar el menisco” prevalece y dentro del tratamiento hay que tender a suturar las lesiones que lo permitan. La sutura meniscal es una técnica demandante y el tratamiento de meniscos discoideos lo es aún más. Se requiere equipamiento a veces muy específico que no siempre está disponible. Es importante que el paciente que se tiene que operar de meniscos discoideos lo haga con un traumatólogo especialista en rodilla.
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