El tendón de Aquiles es el más fuerte y resistente del cuerpo humano. Se localiza en la zona posterior de la pierna uniendo los músculos de la pantorrilla (gemelos y soleo) con el hueso del talón (calcáneo) transmitiendo la potencia de estos músculos de la pierna al pie, permitiendo actividades esenciales de la vida diaria y del deporte como caminar, correr y saltar. Durante estas actividades, el tendón de Aquiles debe soportar grandes fuerzas que generan un daño repetitivo que nuestro cuerpo debe reparar.
¿Qué es la y qué causa una tendinopatía aquilina?
Cuando se produce un desbalance entre las fuerzas a las que se ve sometido y su capacidad de reparación se genera un tendinopatía (enfermedad del tendón) que es la suma de tendinitis (inflamación) y tendinosis (degeneración del tendón).
¿Qué síntomas tiene esta enfermedad?
Clásicamente, el paciente siente dolor y rigidez en la zona posterior de la pierna por sobre el talón al iniciar la marcha o al realizar actividad física, cediendo parcialmente al entrar en calor. Nuestro rol como tratantes consiste en identificar los distintos factores involucrados en este desbalance entre carga y regeneración, que determinan la presencia de esta dolencia. Es así como existen factores propios del paciente como: falta de flexibilidad del tobillo, acortamiento gemelar, alteraciones del eje del retropié (pie cavo, pie plano) sobrepeso, lesiones previas, tabaquismo ,etc. Como también factores externos: actividad física específica de cada deporte, la intensidad y tiempo por el que se efectúa, superficie sobre la cual se practica, calzado empleado, por mencionar algunas
¿Cuál es el tratamiento de la tendinopatía aquilina?
Una vez definida esta situación de desbalance, para cada paciente, definimos su tratamiento específico. La gran mayoría de las veces el tratamiento consiste en terapia kinésica (con protocolos de elongación excéntrica) y resolviendo específicamente los factores previamente mencionados como mejorar la flexibilidad del tobillo, corrigiendo el eje del pie con plantillas, baja de peso, cambio de hábitos de calzado, acondicionamiento físico, por mencionar algunos, con una alta tasa de éxito en alivio de los síntomas.
De persistir las molestias podemos adoptar otras medidas como la implementación de ondas de choque o la administración de terapias coadyudvantes como plasma rico en plaquetas (PRP). Solo en la gran minoría de los casos es necesaria una cirugía como: tendoscopía, alargamiento gemelar o de corrección de eje del retropie que se evalúa según la necesidad de cada paciente.
En Centro Médico Sports contamos con el equipo médico, kinésico y profesional más todas las terapias previamente mencionadas para aliviar y resolver esta patología, mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes para enfrentar el rigor de la vida diaria o la práctica de deportes específicos.